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El lenguaje es la entraña más visible del hombre

  • Foto del escritor: Zenzontle
    Zenzontle
  • 31 may 2020
  • 8 Min. de lectura

Por Keren Romano Pérez


El ser humano desconoce más de la mitad de lo que sabe. Las manifestaciones del hombre a través del tiempo demuestran que los procesos de aprendizaje se basan en el uso de la razón y la experiencia, conocer es una facultad poseída para ser explotada que se origina a partir de la curiosidad del hombre por saber y revelar explicaciones de lo incógnito.



Tras observar sus experiencias y notar que lo generado era un aprendizaje útil para su vida, nuestra especie quiso averiguar cómo transmitir estos nuevos saberes y en su intento evoluciono al darse cuenta de que por medio de un sistema se puede transmitir e interpretar lo que la mente del otro vislumbra.



Ese sistema es el lenguaje producto de la necesidad de relacionarse y de comunicar sus ideas, si bien, hubo una gran herencia histórica para que el lenguaje pudiera ser comprendido por un grupo de personas, e incluso para que se formara una lengua universal.



Precisamente, ese interés del hombre lo llevó a estudiar la lengua con el objetivo de querer desenvolver el embalaje de la comunicación humana y profundizar las nociones que influyen en el proceso de dicha relación con las personas.



El producto de esos estudios se enmarca en una disciplina importante para el desarrollo humano que es la lingüística, especialidad que surge como la piedra angular para comprender la importancia de la acción social al ser partícipes de una expresión colectiva. Según el lingüista británico Lyons (1984) la lingüística suele definirse como la ciencia del lenguaje o, de otro modo, el estudio científico del lenguaje, que está conformado por dos partes importantes: la lengua y el habla.



Podría decir que es la lengua la esencia misma que el hombre posee. Es esta característica la que nos diferencia del resto de los seres vivos, el habla es parte de nosotros desde que nos es heredada y para mí, representa un espejo, en el que se manifiesta el alma de cada uno.



A través del tiempo el estudio de la lingüística nos ha llevado a reflexionar en torno a nuestra historia comunicativa. Qué es el ser humano sin comunicación, sin lenguaje, sin lengua, sin habla. Pensando en nuestros antecedentes culturales y en el presente que nos vislumbra, no puedo concebir al ser humano sin ese deseo por comunicar lo que en su existir acontece.



El lenguaje, es definido por la Real Academia Española como el estilo y modo de hablar y escribir de una persona en particular. Esta definición podría resultarnos muy fácil de asimilar más si profundizamos en cada palabra tomaríamos otro sentido de su interpretación.



Saber entonces a que se refiere “el estilo y modo de hablar”, me conlleva a evocar los estudios teóricos de notables psicólogos y lingüistas que concibieron al lenguaje como parte de la trascendencia del hombre. Primeramente John Broadus Watson, un importante psicólogo que junto Skinner impulsó La teoría del lenguaje (1924), fue quien definió al lenguaje como un acto manipulatorio.



De entrada, podemos apreciar en esta concepción, como Watson le otorga al hombre la facultad de ser él quien domine su propia lengua en relación con el primer concepto, cuando el hombre hace conciencia del acto de hablar imprime inconscientemente en esa manipulación su estilo, haciendo suyo el lenguaje.



Años más tarde Ferdinand de Saussure (1974) considerado el fundador de la lingüística, expuso que el lenguaje está compuesto de lengua y habla, concepto más acertado a mi parecer, porque no deja de lado lo que ya antes se mencionó con respecto a la facultad del hombre para dominar su propio lenguaje, sino que particularizó y dio a notar en su definición dos elementos importantes que estudia la lingüística, la definición completa propuesta por él es:


“El lenguaje se compone de lengua (es el idioma, un modelo general y constante para los miembros de una cierta colectividad lingüística) y habla (la materialización momentánea de ese modelo; es un acto individual y voluntario que se realiza a través de la fonación y la escritura)”.



Vemos en su definición que el lenguaje no sólo es un estilo del ser humano para expresarse, es más que eso, es un organismo integrado por dos aspectos importantes, que son totalmente diferentes, pero que no se pueden separar, porque ambos dependen uno del otro, son necesarios, inseparables, como las dos caras de una misma moneda.



Ya que examinamos algunas concepciones del lenguaje y tomando como referencia, el concepto anterior, hablaré un poco más de lengua y habla. Lo que podría decir de la lengua incluye el dato de considerar que ésta es el objeto de estudio de la lingüística.



Además como bien lo enmarco Saussure, la lengua en comparación con el habla, es un acto colectivo, que pertenece a una sociedad cuya supervivencia depende de la comunicación que exista entre sus miembros; esta sociedad se mantiene gracias a que cada individuo se incorpora a un mismo sistema de comunicación, a un mismo idioma que se describe gracias a la práctica, es decir, los hablantes crean las reglas y la normatividad que regule la lengua a dominar con su uso.



Se podría considerar que la lengua es un sistema puramente convencional de símbolos sonoros, cualquier sonido o fenómeno ocurrido a nuestro alrededor transmite una idea a la mente que lo percibe, por ello, las interjecciones no son más que fijaciones convencionales de sonidos naturales y son un elemento menor del lenguaje. En resumen la lengua determina los vocablos necesarios para definir la realidad observada y así poder expresarla mediante el habla. Dado que aprendemos la lengua de manera práctica, tenemos de ella un conocimiento inconsciente.



El habla se aprende bajo la circunstancia de nacer en el seno de una sociedad, anteriormente se tenía la creencia de que el ser humano nacía físicamente preparado para ejecutar esta acción y se consideraba un proceso de aprendizaje natural, igual que el caminar.


Si bien, con los estudios de Edwar Sapir (1986), se concibe que la idea de creer que el impulso de la emoción de un sentimiento repentino hará del habla un hecho, es erróneo, porque el hablar no posee una base instintiva. Así, un ser humano que ha sido excluido de una sociedad no podrá hablar sin que haya aprendido las normas del código lingüístico, en varios casos de niños que no tuvieron el antecedente de una persona compartiéndoles un modo de comunicación les resulta más difícil poner en práctica el mismo sistema que los hablantes.



Varios de estos estudios fueron la base para la creación de una película producida por autores independientes, nombrada Nell, en donde se conoce la historia de una joven que al parecer estuvo aislada del mundo, y por eso ella desconocía la lengua que se practicaba en su país.



En el principio de la película se descubre que su madre murió a una edad muy senil sin poder educar lingüísticamente a sus hijas, Nell tenía una hermana gemela con la que había compartido los primeros diez años de su vida y también con la que había creado un sistema de comunicación bastante extraño, se aprecia que varios investigadores están interesados en conocer el misterioso caso de esta joven y a lo largo de toda la trama se descubre que lo que la protagonista hablaba era un lenguaje que solamente ella y su hermana podían entender, pero tristemente en algunas escenas se proyecta como Nell a sus escasos diez años tiene que sopesar la muerte de su hermana a causa de un descuido.



Fue un proceso muy largo para que dos investigadores pudieran conocer la historia de Nell, ya que, ella no aprendió el lenguaje que se practicaban, sino que tuvo que ser ella misma, quien permitieran las investigaciones para que pudieran aprender su lenguaje, que era una mezcla de palabras con movimientos extraños lo que comunicaba una emoción o necesidad.



El fondo de la película nos lleva a la misma conclusión, personas aisladas del mundo también tienen la necesidad de comunicarse y buscan la manera de hacerlo por medio de acciones incomprendidas para nosotros, ellos no desarrollan el mismo lenguaje de una persona que ha sido educada en el sistema de la lengua de su país.



Sin en cambio se comprueba lo que en su momento dijo Sapir, la lengua es una herencia social, la historia de Nell nos hace considerar que la joven no tuvo esa herencia social y que por tanto comunicar lo que le acontecía le resultaba un problema, nadie podía decirle como era la muerte, no podían explicarle como es la sexualidad de una mujer, qué es lo bueno y qué es lo malo, con respecto a esto se comprueba que personas como Nell son menos conscientes de los peligros que conlleva no saber comunicarse y el trabajo que cuesta integrarse a una sociedad.



Sapir también compartió la idea de tomar al lenguaje y considerarlo como un acto puramente humano, examinar esta idea, me lleva a afirma que no se equivoca, si bien los animales se comunican pero no precisamente por medio de un código lingüístico.



Para precisar un ejemplo, menciono la forma de comunicación de las abejas, que por medio del vuelo se encargan de transmitir un mensaje. A diferencia de nosotros los humanos, al emitir un mensaje esperamos recibir una respuesta. Los animales no esperan una respuesta, ellos esperan una conducta, retomando el caso las abejas, esperaran seguir a un líder que conoce la finalidad del mensaje.



Ya se ha resaltado que el propósito del lenguaje es cumplir con un proceso comunicativo en donde es necesario un emisor y un receptor. Mantener una relación comunicativa quiere decir establecer un vínculo en donde ambos participantes puedan transmitir un mensaje y a su tener una respuesta.



Pero como bien lo dije, a lo largo del tiempo la sociedad modifica aspectos de la lengua, los cuales han sido estudiados por varias disciplinas lingüísticas como la gramática, la sintaxis, la pragmática y la semántica. Todas estas disciplinas nos proporcionaron datos que nos permiten comprender el modo de expresión de una persona.



Aunque cada persona tiene la facultad de crear sus propias maneras de expresarse, estas disciplinas de la lingüística nos permiten comprender a partir del contexto en el que se desenvuelve un discurso la intención y el contenido que buscaba compartir el hablante. Ahí reside la importancia de cada una de estas disciplinas.



No podemos concebir el entendimiento de un discurso escrito, por ejemplo, sin la gramática, porque qué querrá decirnos un texto que no tiene signos de puntuación, ni acentos ¿Se podría leer un texto así? La respuesta podría ser sí, podemos leer un texto que no contenga esos signos de escritura, sin en cambio no podríamos ubicarnos en el mismo contexto y nos resultaría más difícil aún comprender el contenido del texto.



Sin duda, no podríamos efectuar un proceso de comunicación sin concebir al lenguaje. Desear comunicar lo que pasa en nuestra vida cotidiana es adaptarse a las formas de fricción lingüística, aprovechar la lengua para comunicarse es lo que mejor ha sabido explotar el ser humano, pero es imprescindible, no se puede obligar a nadie a hablar.



Hemos visto que fue el ser humano curioso, el que quiso responder que era el lenguaje, después con sabias palabras demostró su valor en la vida misma y ahora soy yo quien humanamente se cuestiona cuál es la esencia del hombre, y en conclusión, podría decir, el lenguaje es la esencia de cada individuo, forma parte de su cuerpo y adquiere el precio de una entraña psicosomática que se piensa bajo el entorno de un grupo armado con la misma capacidad de razonamiento para hablar y se mantiene viva mientras la esencia de cada persona siga existiendo.

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