Crónica: Labrando la tierra un día

Por Reinaldo Cuamatzi Maldonado

El virus covid-19 ha dejado a muchas personas sin empleo, y a pesar de la búsqueda en distintas empresas, muchos no han tenido suerte; por ello, muchos optaron por labrar sus tierras o prestar mano de obra con la finalidad de llevarse unas monedas a su hogar.

Este es el caso del señor Vicente Cuamatzi de 45 años, originario de la comunidad de San Felipe Cuauhtenco, era trabajador en una fábrica dedicada a la elaboración de juegos para baño, pero ante esta situación la empresa decidió hacer recorte de personal y perdió su trabajo. Por eso se prestó su mano de obra para labrar el campo; su jornada comienza desde cinco y media de la mañana: se levanta, hace sus necesidades biológicas, revisa su herramienta de trabajo y se dirige a donde los cita el patrón a las seis de la mañana.

Para emprender el camino hacía el terreno que se va a trabajar; aproximadamente, se tardan en llegar a su destino entre 20 y 40 minutos, eso depende de donde sea la faena. Al llegar a su destino el patrón les brinda un desayuno, para así afianzar fuerza y comenzar el trabajo. Son muchas las labores en el campo como quitar la hierba para que los nutrientes sean solo para la milpa y crezca sin complicaciones.

Alrededor de las 11 de la mañana se les brinda una comida a todos los trabajadores (as), para que sigan laborando hasta las 3 de la tarde. El trabajo es muy duro ya que en todo momento están expuestos a las altas temperaturas y la fauna silvestre como serpientes.

Al culminar su arduo trabajo el patrón los lleva de regreso a la comunidad donde reciben su paga de alrededor de 160 pesos. El sueldo que reciben es por ocho horas de trabajo, a veces el trabajo es tranquilo, en ocasiones en más pesado dependiendo de lo que se tenga que hacer.

Como Vicente hay muchas personas que se han quedado sin trabajo, a causa por la contingencia sanitaria que está atravesando todo el mundo; y aunque ante su despido le dieron su liquidación, él ha decidido trabajar como campesino temporal mientras encuentra trabajo, porque también labrar el campo es solo temporal.