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4000 metros de viaje en sumergible

  • Foto del escritor: Zenzontle
    Zenzontle
  • 1 jul 2023
  • 4 Min. de lectura

Ángeles Zepeda

“El mar es la gran reserva de la naturaleza.

El mundo por así decirlo, comenzó en el mar,

y quien sabe si no terminara en él”

Julio Verne


Las expediciones marítimas son un tema fascinante debido a el gran riesgo que implican al adentrarse en la inmensidad del océano, la amenaza de un naufragio, la muerte por inanición, o la perdida de la cordura a bordo de un navío carente de dirección.


Las antiguas civilizaciones, como la babilónica, la persa, egipcia, hasta la griega, emprendieron exploraciones marítimas con fines comerciales, y existen vastos registros de las mismas; sin embargo, también se realizaban viajes para conquistar territorios nuevos, llegar a los lugares más recónditos de la tierra, y satisfacer la curiosidad innata del hombre.


El sentido creativo del hombre se inspiró por estas exploraciones, creando cantos y narraciones orales sobre monstruos marinos, como en los mitos griegos en los que se mencionan a Escila y Caribdis, o a las sirenas que seducían marineros con su canto.

Así en lo relativo a el tema son dignas las menciones de Jasón y el Argos, Gulliver y el Aventura, así como el icónico Capitán Nemo y el Nautilus.

A través de la literatura, los poetas y narradores buscaban reflejar la condición humana, así como su lucha contra la avallasadora naturaleza; sin embargo, la realidad siempre se supera así misma con eventos que nada le envidian a las ficciones de Homero, Swiff, o Verne.


El pasado 18 de junio del 2023, Titán, el sumergible perteneciente a la empresa OceanGate, dedicada a ofrecer expediciones a los restos del famoso Titanic, descendió por última vez al fondo del océano, pues implosionó una hora y quince minutos después de haber iniciado el viaje con cinco personas a bordo que fallecieron.

Los medios de comunicación del mundo entero se dedicaron a seguir la historia, desde que la empresa reportó la desaparición del sumergible, hasta el desafortunado hallazgo de los restos del Titán, irónicamente, a unos 488 metros del Titanic.

Las comentarios y opiniones de la audiencia que estuvo al pendiente del evento no se dejaron esperar, entre todos ellos resaltan las burlas hacia el CEO, Stockton Rush, que también falleció en el incidente, a quien se le ha acusado de hacer caso omiso a las múltiples fallas de seguridad del sumergible, así mismo de desafiar la inmensidad de ese monstruo desconocido que es el mar.


Stockton Rush se llamaba así mismo un innovador, pues en sus propias palabras “fue el General McArthur quien dijo: eres recordado por las reglas que rompes, y yo he roto algunas reglas para lograr esto”, con esta filosofía de vida, el empresario destinó millones de dólares a la creación de Titán con el fin único de inaugurar el turismo submarino exclusivo.


La historia de Titán ha causado revuelo en el mundo, ya que irónicamente, implosinó en una expedición hacia el Titanic, embarcación que naufragó el 15 de abril de 1912.

Así mismo, la tragedia del Titanic fue, aparentemente, predicha en el cuento del escritor neoyorquino, Morgan Robertson, en El naufragio del Titán, o futilidad (1898) la historia de un barco llamado Titan, que se hunde en su travesía por el Atlántico.




Los tres relatos, ficticios comparten similitudes sorprendentes, en primer lugar, fueron construidos por empresarios que invirtieron millones de dólares en ellos:

Era el barco más grande que hubiera surcado los mares, y también el trabajo más arduo para quienes lo habían construido. En su fabricación se vieron involucrados cada disciplina, profesión y oficio conocidos por la civilización. (Robertson 1).

En el cuento, el señor Selfridge el mayor accionista del Titán perdió a su hijo en la tragedia, así mismo el pago de la póliza de seguro, consecuentemente, muere de un infarto debido a la impresión.

Paralelamente en la realidad, el empresario británico de origen paquistaní, Shahzada Dawood, y su hijo, Suleman, murieron en el submarino.

En la ficción, el Titán navegaba a una velocidad de veinticinco nudos, una velocidad que rebasaba los límites establecidos por las autoridades marítimas; empero, el capitán decidió ignorarlas, lo que provoca que el barco embista contra uno más pequeño y lo parta por la mitad.


De acuerdo con el reportero Dave Pogue, de la CBS Sunday Morning, quien había abordado en el sumergible en el año 2022, se detectaron fallas en la comunicación, por lo que la exploración fue abortada, sin embargo, OceanGate continuó realizando descensos poco tiempo después, lo cual evidencia que a la empresa no hacía caso de las medidas de seguridad y advertencias sobre el sumergible.


Los medios masivos de comunicación siempre están pendientes de sucesos trágicos para poder lucrar de ellos, tanto en la realidad, como en la ficción esto es recurrente:

El día en que fue convocado el ejército de aseguradores y corredores de bolsa, el anuncio del Llamador, diciendo que el Titán había sido destruido, provocó un ruidoso pánico, y los periódicos de Europa y Estados Unidos procedieron a lanzar ediciones extra, dando los vagos detalles de la llegada a Nueva York de un buque transportando pasajeros rescatados, y esta oficina se vio invadida por mujeres lloriqueantes y hombres preocupados que pedían, y se quedaban para pedir de nuevo, más noticias al respecto (Robertson 30).


Cadenas de televisión como CNN, Fox News, Euronews, BBC, entre otras, así como medios de habla hispana se dedicaron a cubrir cada aspecto de este hecho, se abordaron todos y cada uno de los temas posibles, desde las características técnicas del sumergible, los precios de las expediciones, el personal que integra a la empresa, la vida de los pasajeros, etcétera. Los medios recurrieron a la esperanza para vender sus noticias, pues alimentaron la idea de que los tripulantes seguían vivos, pero cada hora que transcurría, perdían oxígeno, lo que mantuvo a la audiencia pendiente de la búsqueda, y posible hallazgo del Titan junto con los pasajeros vivos.


El error humano parece ser una constante en este tipo de acontecimientos marítimos, pues tanto el Titan ficticio, como el auténtico, aunado el Titanic, estaban a merced de la voluntad humana, y su empeño por conquistar los dominios de Poseidón; empero, la historia, así como la literatura evidencian ampliamente la insignificancia del hombre ante la imponente naturaleza, y como ella siempre se impondrá majestuosamente.



 
 
 

1件のコメント


Yovana Perez Flores
Yovana Perez Flores
2023年7月02日

🛳️¡¡¡Muy interesante!!!

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