Una resonancia sin presencia
- Zenzontle
- 17 abr 2020
- 2 Min. de lectura
Almacén vibrante
Por: Mario Eduardo Raya Montiel
Los virus son los enemigos más antiguos que ha tenido la humanidad a lo largo de la historia; y en la actualidad no es la excepción. El Covid-19 ha orillado a los gobiernos de casi todo el mundo a tomar medidas preventivas para que este virus no se propague y no haya consecuencias de mayor gravedad, sin embargo, el resguardo tonto cómo el aislamiento a puesto a la ciudadanía al asecho del aburrimiento, la ociosidad y la pereza; casi todos los niveles sociales se han visto afectados por este exilio de las actividades más básicas en cuanto a colectividad se refiere.
Las facultades principales del ser humano es saber adaptarse a las adversidades, en este caso buscas alternativas de entretenimiento, creatividad y arte. Algunos artistas del medio musical cómo Bono de la agrupación irlandesa U2, en un acto de solidaridad transmitió a través de sus redes sociales una canción inédita que momentos antes había compuesto para dar fuerza a la población italiana y de todos aquellos que sintonizaron en ese momento la emisión del cantante.

De la misma forma Bryan May, guitarrista de la legendaria agrupación Queen en sus redes puso a disposición un cursos y tutoriales para enseñar guitarra, La emblemática banda de Thrash Metal, Metallica en su plataforma oficial ofrecerá sesiones, (peños conciertos) para sus fans en cuarentena.

Podemos dar más ejemplos y manifestaciones de músicos que se solidarizan con esta contingencia sanitaria, pero lo que se busca destacar y puntualizar de igual manera es que el ser humano busca alternativas para manifestarse, en este caso, musicalmente. Es necesario un buen pasatiempo, pero que nos haga reflexionar desde nuestras trincheras, realizar ejercicios artísticos para evitar que el ocio y el pánico se apoderen de nuestros pensamientos.
Como se decía al principio, los virus es uno de los principales enemigos del hombre, no obstante; la deshumanización hablando en un sentido creativo y artístico es aún más peligroso, porque este fenómeno en la mayor parte de los casos pasa de generación en generación. Por lo tanto, el individuo pierde sensibilidad, empatía a nivel individual y colectivo.
El Covid- 19 ha puesto en evidencia que las personas necesitan coexistir para realizar actividades y manifestaciones que lo sitúen a una escala humanística, para así preservar la creatividad, la imaginación y la ostentación de todas las artes, principalmente de la música.
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