¿La gallina o la familia degollada?
- Zenzontle
- 27 may 2020
- 2 Min. de lectura
Keren Romano Pérez
Horacio Quiroga (1879-1937) fue un escritor uruguayo que considero es el maestro del cuento hispanoamericano, porque además ser muy expresivo en sus obras estableció los lineamientos para crear una tensión narrativa y un final impactante, él sintetizó las técnicas mencionadas y otras más de su oficio en el Decálogo del perfecto cuentista que publicó la revista Babel, en 1928.
Los relatos de Quiroga, en su mayoría fueron apareciendo en periódicos y revistas que posteriormente en forma de libro se publicaron, tal es el caso de la colección Cuentos de amor, de locura y de muerte (1917). Dentro de este libro de cuentos a menudo encontramos personajes que son víctimas del talante natural, ya sea a través de la aparición de inundaciones y tormentas o también de la presencia de animales feroces. Incluir estos elementos le permitió al escritor definir un estilo propio en donde la violencia y el horror del mundo bárbaro en que vivimos queda oculto detrás de la aparente tranquilidad de la naturaleza.
Esto lo podemos apreciar con mayor fidelidad en el cuento de La gallina degollada pues en los personajes de Mazzini y Berta se asoma la crueldad de quienes violentan a los que habían sido un día su mayor encanto ―en el cuento no aparece del todo una violencia física pero si hay una manifestación de tipo psicológica a lo largo de toda la historia, la cual inicia cuando sus hijos contraen de la nada meningitis―con el olvido y la falta de amor, marca el narrador la siguiente sentencia: “En todo su aspecto sucio y desvalido se notaba la falta absoluta de un poco de cuidado maternal”.

Al comienzo del relato no se intuye el destino de Bertita, pues son sus hermanos los que poco a poco se convierten en los protagonistas del acto que marca el cuento. Por otro lado, las condiciones en las que estaban sus cuatro hermanos no les permitió evitar el desinterés de sus padres para con ellos y más tarde, su abandono.
Al leer el relato nos daremos cuenta de que los infantes sólo fueron víctimas de las circunstancias, debido a que no pudieron elegir su destino y también debido a la poca atención de sus padres, los Mazzini no tenían que lamentar el estado de sus hijos, sino que su deber era hacerse cargo de su formación, enseñándoles los valores humanos que rigen la conducta de todo hombre y así con el paso del tiempo a pesar de los inconvenientes los conocimientos adquiridos rendirían frutos y no decepciones.
Los invito a leer este cuento porque es muy interesante la reflexión que plantea el autor sobre el papel de los padres y nos invita a tomar conciencia sobre la importancia de la familia, recordemos que los hijos requieren de atención así que es el deber de cada madre y padre es el de educar a pesar de las dificultades que se presenten para que sus hijos estén sanos y sean mejores seres cada día.
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