La crisis que ha unido a México
- Zenzontle
- 2 abr 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 25 abr 2020
Por Sandra Lourdes Salort González
México ha sido el escenario de dos grandes sucesos en la historia. El primero, fue el terremoto de 1985, con una magnitud de 8.1 y una duración de casi cuatro minutos, evento que dejó un gran número de muertos y víctimas; el segundo, el sismo ocurrido el 19 de septiembre de 2017, con una magnitud de 7.1, quizás no tan siniestro pero igual quedó marcado en la historia del país. Comencemos cerrando los ojos por un instante y visualicemos lo que fue vivir esos trágicos tiempos, mi intención no es abrir viejas heridas, sino que aprendamos de las experiencias pasadas; de cómo México se fortaleció y pudo salir adelante. Fueron los ciudadanos quienes en su mayoría se organizaron para realizar las labores de rescate, ahí no importaban los lazos sanguíneos, color, posición social, sino la solidaridad que nació en los corazones de cada uno de los mexicanos. Todos ellos se convirtieron en una sola fuerza, la unidad los sacó adelante.
En su mayoría, todos han ido sanando esos terribles eventos, pero no parece que se haya aprendido la lección, después de todo, en este 2020, la población en México será de 127 millones de personas, en el primer trimestre de 2020, según las estimaciones del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Hoy un nuevo fantasma azota la aparente tranquilidad del país, ya no es importante que haya bajado la gasolina, no es relevante en este momento, nada más que la epidemia del Covid-19, así como la ignorancia o indiferencia de algunos sectores de la sociedad.

Concuerdo que la vida no es la misma para todos los habitantes, mientras algunos guardan las máximas precauciones, hay otros que no le dan mayor importancia. Me parece, que México sabe cómo salir adelante de las dificultades. Debemos poner los pies en la tierra y organizarnos como sociedad.
La fe, es importante, claro; usemos la religión como forma para fortalecernos, pero no podemos esperar que unas estampitas hagan el milagro que nosotros como sociedad debemos hacer. Los milagros los hacemos nosotros cuando nos despojamos de nuestro ego, y somos solidarios con nuestros semejantes. No hablo sólo en nombre de las personas, sino también de aquellos olvidados por la sociedad, las mascotas que viven en la indiferencia y el abandono.

Ahora vamos a organizarnos como en tiempos pasados evitando que decaiga la economía y se pierdan muchos trabajos. Opino que las consecuencias las vamos a sentir todos, ya que van a llegar en cascada a todos los estratos sociales. La tragedia, no exime a nadie, toca parejo. Podemos levantar la voz, y organizarnos desde nuestras comunidades. Vamos a hablar alto, con plena conciencia del poder que tiene el pueblo. No necesitamos nuevas pérdidas de madres, padres, hermanos e hijos, para decirnos: ¿qué pude haber hecho?, sino decir: ¿qué voy a hacer para que esto no suceda?
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