“Humanidades vs otras áreas del conocimiento”
- Zenzontle
- 20 abr 2020
- 4 Min. de lectura
La serpiente de Medusa
Por Diana Karen Jiménez Laguna

En los últimos años se ha hablado de lo importante que serán las ciencias de la salud, para que cuando la mayoría de la población sea anciana, ellos, sean los encargados de velar por la salud de nuestros adultos mayores. Lo mismo sucede con aquellas ciencias o bien disciplinas que se encargan de la tecnología, las ciencias exactas y naturales, para hacer conciencia del cuidado del medio ambiente, que si bien, ha dado un respiro con la presente contingencia por la pandemia, no ha limitado en su totalidad, la capacidad del hombre de contaminar.
Este tipo de cuestiones, que el hombre valore lo que tiene a su alrededor, tanto su prójimo, como a su ecosistema, atañe al área de las humanidades. Que el individuo comprenda su entorno gracias a la literatura, la filosofía, la antropología y la ética, no por nada llevan tal nombre “humanidades”, pues son las encargadas de sensibilizarnos en todos los contextos posibles, que seamos respetuosos, cautos, amables, tolerantes, pertinentes.
No hay duda de que, todas las disciplinas son importantes, sin excepción, pero pongámonos a reflexionar un poco por ejemplo, sobre el uso excesivo de la tecnología en niños pequeños, que quizá aún no tienen ni siquiera entendimiento sobre su propia lengua materna, pero sí son capaces ya, de poder reproducir una y otra vez vídeos en YouTube, otro más, son los juegos al aire libre casi extintos por la demanda de los programas de televisión, el navegar por internet, o estar conectado a las redes sociales, reflexionemos un poco, y quizá, esos buenos tiempos (donde el ser humano no solía ser superado por un robot) nos vuelvan un poco más humanos. Por ello, claro que es importante tratar las ciencias exactas ya mencionadas, pero ningún humano debería de poder vivir sin el arte, pues es el hombre, el creador del mismo. Una fuente de expresión inagotable y sin límites (al menos los marcados por los distintos cánones estéticos y artísticos), pues así como el lenguaje, las distintas artes son un mensaje entre el autor de la obra y el receptor, pero también causan y provocan un efecto liberador, curativo y de desarrollo personal en el individuo.
El arte sensibiliza, y no desde el punto de vista que aquellos que no se acerquen a él, no tengan la capacidad para, sino que, genera en aquél que lo disfruta, una visión del mundo diferente, más abierta, única. A través de él, son capaces de salir a la superficie los temas más retraídos por la mente de su creador, su dolor, su estilo, su manera de ver el mundo. Incluso, ha sido utilizado como terapia para aquellos que presentan trastornos mentales, a partir de 1920, por profesionales de la salud, esto último también deja cuenta de que, no hay disciplina que exista sin la otra, es decir, cada una forma parte de un todo, construyendo así a seres más completos, dignos de poder desenvolverse de manera plena en sociedad.

Por eso, es tan deprimente que, las aulas de universidades con especialidades en el área de humanidades, estén tan vacías por ser subestimadas, creyendo que, al estudiar dichas carreras se es menos capaz de salir al mundo laboral para realizar un trabajo justo y redituable, a mí al menos, me costó tener que luchar contra mis padres para estudiar lo que era de mi agrado: lengua y literatura hispanoamericana, tuve que convencerlos de era de verdad mi vocación, sin dificultades, siendo disciplinada y una estudiante de diez, decían cosas como “¿pero de qué vas a trabajar?”, “¿vas a ganar bien?”, “estudiar eso no te va a servir para nada”, y a pesar de ser mis padres quienes me lo dijeron, entendí que tenía que luchar contra una idea en general (impregnada en el espíritu de la sociedad) sobre nosotros “los pachecos, filósofos, nerds, asociales” etc., sin embargo, no me arrepiento de nada, porque a pesar de todo el esfuerzo por convencer a quienes me rodean de que estoy en el camino correcto, también he descubierto la fotografía, el amor por la danza, el teatro (actuando y analizándolo), la poesía (que en principio me parecía difícil de comprender), la pintura y la música. Así que sí, me siento un ser humano más completo, pero no sólo por el hecho de estudiar dicha carrera, sino porque he sabido entender y respetar que como ya he dicho, somos parte de un todo y la envidia, el rencor, los prejuicios hacia otras carreras, facultades y demás, no dejan nada bueno.
A manera de colofón, las profesiones no son una competencia de ver quién es mejor que quién, porque todos buscamos lo mismo, una formación profesional que nos permita ser mejores personas capaces de contribuir a nuestro entorno (sea de la manera que sea), el centro de todo es encontrar el equilibrio del conocimiento, entender que, es bueno que una persona conozca un poco sobre álgebra, filosofía, literatura, cómo plantar un árbol, los ciclos naturales dentro del ecosistema, como usar una computadora, aprender a hablar, escribir, leer y redactar de la manera correcta, así, con plena esperanza de que el arte trascienda a través del tiempo, más jóvenes deben de verse motivados a visitar esas aulas casi vacías, que con gusto y cariño, estamos dispuestos a compartir.
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