Estrellas que brillan en la oscuridad.

El hilo de Ariadna

Por Sandra Lourdes Salort González

En estos tiempos de aislamiento quiero compartir con ustedes una de las facetas de mi vocalista favorito. Lo hemos visto aparecer en algunas series de televisión americanas como: Ally McBeal, Sex and the City, The West Wing, por nombrar algunas. Finalmente, lo más considerable para mí, es ser fuente de inspiración para muchos, en de Soul Kitchen (“Cocina de Alma”). Reconocido activista y símbolo de esperanza para la humanidad. Ciertamente, hay estrellas que brillan con luz propia, su nombre artístico es Jon Bon Jovi, líder y vocalista de la banda Bon Jovi; ¿quién no ha escuchado sus grandes éxitos?, Livin` On A Prayer, It`s My Life, You Give Love A Bad Name, Always y Wanted Dead Or Alive, solo por nombras algunas.

Él tiene una fundación, Jon Bon Jovi Soul Fundation, dedicada a ayudar a las personas vulnerables de la sociedad. El inicio de esta travesía humanitaria nació en 2011, con el primer JBJ Soul Kitchen en Red Bank, New Jersey, EE.UU, para alimentar a los necesitados. El segundo cerca de la comunidad de Toms River, la zona afectada por el huracán Sandy. El tercer restaurante, está ubicado en el Campus de la Universidad de Rutgers en New Jersey, donde los estudiantes sin recursos comen gratis y las personas en situación de calle tienen un plato caliente de comida.

Las acciones hablan más que mil palabras, los restaurantes se mantienen a base de donaciones y el resto por el trabajo financiado por los voluntarios, ¿quienes son los voluntarios? Los que no tienen para pagar por sus alimentos, luego de comer pueden participar como voluntarios en la cocina o en las huertas donde se cultivan muchos de sus ingredientes.

Sería interesante, que algunos de nuestros reconocidos acaudalados ciudadanos imitaran de alguna forma la idea de ayudar a las clases más vulnerables de México, porque lo que si podemos ver es que aumentan las tallas de sus trajes con el paso del tiempo en sus funciones. Mientras tanto, los empresarios dueños de restaurantes podrían con buena voluntad, empezar a donar los sobrantes de comida, a las personas de condición de calle, en lugar de tirarlos a la basura. México es un país de magia, donde sólo se ve el resplandor de algunas estrellas solitarias. La mayor grandeza del ser humano radica, en el corazón, en la empatía por sus semejantes, no en inmuebles y cuentas de banco en el exterior, apuesten por su gente, por su pueblo. ¡¡¡Gracias!!!