Ayer naciste y mañana morirás
- Zenzontle
- 4 may 2020
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 17 may 2020
Raíces que buscan tu rostro
Por Keren Romano Pérez
[…]
Emigre del olvido,
sé que existo
El hambre es la mariposa que me acompaña
afuera esperan mi trabajo
sol,
luna,
agua,
alimentan mi corazón.
¡Mira¡
Fragmento del poema de Ethel Xochitiotzin
“Flor de maíz (Xochitlaoltsin)”
La historia del hombre es trascendental, no se puede comparar con la del resto de los seres vivos que habitan en este ecosistema, podría parecernos especial su aparición pero es todo lo contrario si se considera que hoy en día existen en el mundo innumerables transformaciones provocadas por su obra que han dañado la biosfera de manera irreversible. Basta imaginar los campos fértiles que en viejos tiempos reverdecían con el canto de la primavera y compararlos con la turbia imagen de una urbe, en donde lo que abundan son las construcciones y asentamientos humanos.
Al conformarse en pequeños grupos el hombre pudo notar que habían otras maneras de obtener los alimentos, la agricultura fue el método por excelencia que servía a las comunidades para generar a largo plazo provisiones seguras y aunque las técnicas de labranza eran rudimentarias nos damos cuenta de que era más cómodo vivir así, produciendo lo propio y necesario sin tener que estar cambiando de sitio constantemente, se podría decir que con el sedentarismo el hombre había dado un gran paso hacia la civilización.
Como sabemos la vida sedentaria motivó la formación de comunidades cada vez más grandes donde se instituía una vida social y cultural, por aquel entonces la alimentación dejo de ser un problema de primer orden y quedaba tiempo para realizar algunas otras actividades, entre las que destacó la artesanía, el comercio, la arquitectura, la política y la literatura. Pero, sin duda entre una actividad y otra el hombre fue convirtiéndose en el dominador de todos los recursos naturales: en donde había mar encontró la pesca como oficio, sobre la superficie, ni se diga, la mayoría de las especies han sido cazadas con el fin de utilizar sus pieles y su carne, por eso todos los animales que conocemos ahora están en peligro de extinción.
Y, además, por si fuera poco, al ser miembros de una sociedad monopolizada como esta, somos obligados por las circunstancias a consumir productos artificiales que contaminan y destruyen el medio ambiente, podemos darnos cuenta de lo que estoy diciendo si recordamos que nos sirve más un vaso de agua que uno de refresco, si pensamos mejor en cuidarnos y prevenir enfermedades, en vez de combatirlas y lamentar las perdidas; que es mejor curarnos con las plantas como medicina y que la comida entre más natural es mejor, yo me pregunto a quién le hace falta una pizza cuando puede comerse dos guayabas... Piénsenlo los frutos y las verduras nos limpian de las toxinas que son dañinas a nuestro cuerpo, nos dan fuerza para actuar y muchas veces ayudan al sistema inmunológico a no ser débil y nos hacen menos propensos a las enfermedades y los virus.
Yo por eso los invito a cuidar del agua que tanta falta nos hace, los invito a sembrar sus propios cultivos para así poder dejar de intervenir en los ciclos de la naturaleza, hagamos algo diferente, no seamos los antagonistas en la historia de este planeta, detengamos el desequilibrio ecológico que es causado por la explotación desmedida de recursos y por formas de industrialización que solo buscan el lucro.
Hoy frente a la pandemia del COVID-19 que ha dejado estragos en la economía y salud pública, que ha ocasionado el desabasto de los insumos básicos, debes despertar de aquella ensoñación que te dejan los medios y unirte a una misma causa que evite la alteración del funcionamiento de los sistemas naturales y los mecanismos autoreguladores, debemos fomentar la educación ecológica y aunque nos parezca difícil aceptarlo, necesitamos más gente productiva que trabaje la tierra, déjenme decirles que para hacer un huerto propio solo se necesita ganas y dedicación, no debería de ser difícil para una persona que compra un celular el hecho de obtener semillas y tierra fértil, cuando con un equipo como ése puede comunicarse con sus amigos y solicitar en caso de no tener los materiales, su ayuda para conseguirlos.
Si queremos sobrevivir es nuestro deber ocuparnos del futuro, es más importante para mí que nuestros gobiernos restauren los ríos llenos de aguas contaminadas y no que impulsen una nueva construcción, probablemente inútil y estorbosa en momentos de crisis. Ayer naciste y mañana morirás, qué piensas hacer hoy para disfrutar de tu vida, no solo te quedes en casa, has algo de provecho, invierte tu tiempo no lo malgastes o lo pierdas, vale mucho el esfuerzo que pongamos en construir una realidad en la que la naturaleza que nos sostiene es lo más importante.
A continuación se muestran una serie de fotografías alusivas a un sembradío de maíz impulsado por la que suscribe y sus familiares, porque soy un testimonio de que con el ejemplo se arenga.

Fotografía de un pequeño huerto instalado en la azotea de mi casa, las plantas corresponden a hostilizas útiles para la cocina como el laurel, cilantro, ajo, tomillo y otras de las plantas son árboles frutales como el durazno y el aguacate, la mayoría de las plantaciones están en los primeros días después de haberlos sembrado al inicio de la primavera.
Cavilación
Voy a traer agua porque aquí no hay,
se ha secado
voy a traer agua porque quiero limpiar
mi campo
voy a traer agua porque quiero sembrar
la tierra.
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